En cierta ocasión una
hermana vino a mí para quejarse de la escuela dominical, pues insistía en que
su hijo en los últimos tres meses no había aprendido nada, pues no conocía
ninguna historia nueva, ningún versículo nuevo, ningún canto nuevo “No ha aprendido
nada” me dijo muy molesta. Amados en el Señor ¿De quién era la verdadera
responsabilidad de que este niño no hubiese aprendido nada en los últimos tres
meses? Para la madre era culpa de la maestra de la escuela dominical, pero
según la Biblia, ella tenía más responsabilidad que la maestra de enseñar a su
hijo, de allí la frase que “La escuela dominical no lo es todo”.
La escuela
dominical es un complemento a la educación de nuestros niños en la iglesia,
pero la responsabilidad cae principalmente sobre los padres. Los principios
bíblicos nos enseñan que es en el hogar principalmente donde se les debe dar la
correcta educación a los niños. El texto de Deuteronomio 6: 4-9 conocido como
el “Shemá” dice en La Biblia de Las Américas “Escucha, oh Israel, el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es. Amarás
al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Y
estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente
las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y
cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las
atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos. Y las
escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas”. Esta porción de la
escritura nos enseña que dentro de los hogares hebreos los padres debían
orientar a sus hijos sobre los principios divinos. Dentro de la nación hebrea había
elementos que educaban al pueblo como lo eran los sacerdotes, los levitas, los
profetas, las sinagogas después del exilio y otros, pero la principal labor era
de los padres.
Según la Psicología del
Desarrollo Humano, el niño adquiere su identidad y personalidad en el núcleo
del hogar por medio de los padres y del ambiente que le rodee. En la vida espiritual es algo similar,
en el hogar es donde los niños aprenderán los verdaderos conceptos del
cristianismo. Para bien o para mal muchas veces, el tipo de cristianismo que
vivan los padres, será el tipo de cristianismo que vivirán los hijos.
La escuela dominical no
lo es todo, no es suficiente con dos o tres horas a la semana para orientar a
un niño bajo los principios divinos, es un trabajo que involucra los siete días
a la semana por parte de los padres. Ahora, los que nos dedicamos a enseñar en
la iglesia no podemos omitir que como iglesias deberíamos procurar mejorar
nuestros ambientes educativos y mejorar nuestra calidad educativa, eso es una
gran realidad, pero la principal responsabilidad de orientar a los niños en el
Señor depende de los padres principalmente. Imagínese que la maestra en la
escuela dominical en ocasiones le enseña a los niños a no mentir, pero ellos
ven que sus padres mienten en el hogar constantemente, la maestra en la escuela
dominical les enseña a no criticar a las demás personas, pero ellos ven a sus
padres criticar a cada miembro de la iglesia, la maestra les enseña que su
ofrenda a Dios debe ser una prioridad, pero ellos ven en sus padres totalmente
lo contrarío, la escuela dominical no lo es todo, la principal responsabilidad
es de los padres.
La iglesia necesita
padres más comprometidos con el Señor, que puedan ser modelos para sus hijos.
El mayor legado o herencia que los padres le pueden dejar a sus hijos es una
ejemplo de vidas de integridad y consagración al Señor. Recordemos que el niño
puede aprender varias cosas en la escuela dominical que tal vez olvidará, pero
no olvidará jamás el ejemplo de un buen padre y una buena madre dentro de su
hogar. Trabajemos más para que la obra de Dios se vea reflejada en nuestros hijos
y futuras generaciones.
Guadalupe Mayo
Guadalupe Mayo
Consejería Pre-Matrimonial,
basada en la aplicación de instrumentos a la pareja que
aspira al matrimonio. Consta de 6-8 sesiones con una duración
de aproximadamente 2 meses
¡Excelente!
ResponderEliminarMuy cierto